Jugamos a... ¡Qué le sobra, qué le falta!
Estamos terminando la clase y nos quedan unos minutos. O vemos que el alumnado está un poco nervioso. Podemos cambiar de actividad con un juego que les suele resultar divertido y motivador. Hacemos un dibujo en la pizarra con bastantes elementos. Decimos al alumnado que intente fijarse bien en los detalles porque habrá algunos cambios que habrá que detectar.
Los y las espías se fijan bien en los detalles y el jefe de los espías le dice a una de ellas que salga de la clase. En unos segundos, el jefe añade o quita un detalle. En ese momento todos dicen al unísno:
- ¡Qué le sobra, qué le falta!
Es la señal que indica que el espía que estaba fuera debe entrar e indicar qué se ha añadido o qué se ha quitado.
He de indicar que este juego lo hicimos el 21 de septiembre, empleamos solo 8 minutos para un total de 21 alumnos y alumnas. Eso sí, el jefe de los espías iba preparando al siguiente que debería salir para no perder tiempos. El resultado fue magnífico porque la totalidad del alumnado encontró la diferencia.
Si eres docente de E.Infantil o E.Primaria en los primeros niveles... ¿Te acordarás de ponerlo en práctica en tu aula? Depende de tu memoria, je je.
Ya alcanzamos la #pedagotécnica 14: Hacemos juegos de memoria en momentos puntuales para cambiar el ritmo de la clase o cuando queda poco tiempo para organizar otra actividad.
1 comentario:
Yo jugaba a algo similar pero con toda la clase.
En vez de salir fuera, tenían que cruzarse de brazos y taparse los ojos mientras yo cambiaba algo.
Otro juego similar es empezar a hacer el dibujo con todos en silencio, muy despacio.
Tienen que fijarse bien para adivinar qué es. Podríamos decir que es una versión slow-motion del Pictionary puesto que no hay que dibujar deprisa para que adivinen deprisa y cambiar de jugador.
Hay que dibujar despacio para que los niños se concentren y se relajen.
Ahora, pensándolo, viene bien también para repasar algo de vocabulario que estés viendo, si se te da bien dibujar...
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