Ayer estuvo lloviendo durante toda la mañana en Abrucena. Como no pudimos salir al patio en el recreo, el maestro nos dijo que tomásemos la merienda en la clase y que podíamos jugar a lo que quisiéramos cuando termináramos de comer.
Como el maestro estaba distraído con su ordenador organizando fotos o no sabemos qué, aprovechamos y nos fuimos a la pizarra del fondo. Cogimos las reglas y con las tizas empezamos a hacer nuestros diseños.
Pero alguien le dijo al maestro lo que estábamos haciendo y... cogió su cámara y nos pilló con las manos en la masa.
- ¡Anda! Si tenemos aquí nada menos que a tres arquitectos -nos dijo.
- ¿Te gusta, maestro? -contestó uno de nosotros.
Nos encanta dibujar en la pizarra, maestro. ¡Que te enteres ya de una vez! ¿Cuándo nos vas a dejar hacerlo de nuevo?