(Imagen de "UNIA")
Durante el pasado trimestre tuve el placer de desarrollar el Proyecto “Un blog en el aula”, con motivo de Escuela Tic 2.0 y que está disponible abiertamente en CEPINDALO.
Junto a @diegogg, @algarciadiaz y Andrés Egea, elaboramos nuestros respectivos proyectos, coordinados y dinamizados por @jlcastilloch. Como dinámica de trabajo, éste último propuso la técnica FUEGO AMIGO.
¿En qué consiste esta forma de trabajo? Cada cual elabora una actividad, proyecto, etc. Una vez realizados los bocetos, se exponen al resto del grupo para que sean objeto de análisis con el fin de hacer todas las correcciones o aportaciones posibles con tal de mejorar el producto. Quizás pueda resultar un poco “frustrante” el que se pongan pegas a tu trabajo, si tu capacidad de autocrítica es muy baja. Pero, en el caso contrario, la mejora que puede obtenerse es realmente extraordinaria.
Tiempo después de haber finalizado los proyectos volví a coincidir con José Luis Castillo en Almería, en la jornada de TACCLE. Creí que la denominación de esta técnica era de él pero me indicó que había que atribuirla a Ana Echarri. Asimismo, en dicho encuentro comentábamos con un profesor de Universidad de Portugal, cuyo nombre ya no recuerdo, esta forma de trabajo. Allí lo denominan TRIANGULACIÓN: lo realizado por alguien es supervisado y expuesto a mejoras por otras dos personas.
Inconscientemente, esta técnica estamos acostumbrados a usarla en las aulas. Cuando un alumno/a expone una idea suelen surgir otras que se oponen, apoyan o completan la inicial. El papel que debe desarrollar el docente es fundamental para que los lanzallamas no lleguen a quemar al alumnado.
Usemos el FUEGO AMIGO porque contamina poco el medio ambiente y puede dar bastante calor en nuestras aulas ahora que el frío pega más fuerte que nunca. No obstante, tengamos a mano nuestros “extintores”, por una buena productividad y práctica educativa.