Esto era un hombre que estaba con su barca en el mar y vino una ola muy grande. El hombre se estaba ahogando. Al rato vino un barco a socorrerlo y el hombre del barco le dijo:
- ¡Buen hombre, sube al barco!
Pero el hombre dijo:
- No, estoy esperando a Dios.
Y cuando el barco se iba decía el del barco:
- ¡Uh, qué hombre más raro! Hemos venido a ayudarle y no quiere.
Después de irse el barco, vino otro y le dijo lo mismo que el del otro barco que se había ido. Y cuando el hombre se ahogó le dijo a Dios:
- ¿Por qué no bajaste a ayudarme?
Y dijo Dios:
- ¡Pero hombre, si te mandé dos barcos!
Un día dos mujeres se subieron a un avión. Una de ellas dijo:
- ¡Uh! ¡Qué pequeñas están las personas!
Y la otra mujer le dijo:
- No son personas, son hormigas, porque todavía no hemos despegado.
- ¡Buen hombre, sube al barco!
Pero el hombre dijo:
- No, estoy esperando a Dios.
Y cuando el barco se iba decía el del barco:
- ¡Uh, qué hombre más raro! Hemos venido a ayudarle y no quiere.
Después de irse el barco, vino otro y le dijo lo mismo que el del otro barco que se había ido. Y cuando el hombre se ahogó le dijo a Dios:
- ¿Por qué no bajaste a ayudarme?
Y dijo Dios:
- ¡Pero hombre, si te mandé dos barcos!
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Un día dos mujeres se subieron a un avión. Una de ellas dijo:
- ¡Uh! ¡Qué pequeñas están las personas!
Y la otra mujer le dijo:
- No son personas, son hormigas, porque todavía no hemos despegado.