(Imagen de "chavezonico")
Era un hombre tan tonto, tan tonto, que para tener más folios los fotocopiaba.
* * * * *
Era un hombre tan alto, tan alto, que se comió un yogur y cuando llegó al estómago ya estaba caducado.
Era un hombre tan pequeño, tan pequeño, que pasó por una pastelería, se le hizo la boca agua y se ahogó.
Era un niño tan pequeño, tan pequeño, que en vez de dormir con un oso de peluche, dormía con un oso de gominola.
1 comentario:
Fatima,tus chistes son estupendos. Son muy graciosos. Espero que se te ocurran más y me los vayas diciendo.
Publicar un comentario