martes, 5 de abril de 2011

EL COHETE

Irene "remata" la historia, que inventamos entre todos, con un dibujo

En clase vieron un libro en el que había que colorear un cohete y quisieron dibujarlo. Aprovechando esa motivación les propuse inventar una historia sobre unos niños que quieren viajar a la Luna. ¿Creamos una historia entre todos? 

- ¡Síiiii!

- A ver... ¿Qué nombres les ponemos a los niños? Y, sorprendentemente.... todos al unísono....

- ¡Jorge y Natalia! ¿De qué nos sonará esto?



EL COHETE

Jorge y Natalia son grandes exploradores. Se van a ir a la Luna. Han fabricado un cohete con el motor de un coche viejo, el cubo de la basura, el cucurucho de un helado, una mesa vieja y el cristal de una ventana. Pintan el cohete de colorines con brochas y pintura.

Como pueden chocar, necesitan un mando a distancia y un paracaídas. Necesitan una bombona de oxígeno y un cable.

Diez, nueve, ocho, siete... tres, dos, uno, ¡cero! ¡Despegue!

Y Jorge y Natalia se van de viaje espacial.

                                    *   *   *   *   *   *

Nos hemos expresado oralmente, planteado y resuelto situaciones problemáticas, aplicado reglas de ortografía, uso de puntos suspensivos y admiraciones, secuenciado en el tiempo la historia, dramatizado la situación, fomentado el reciclaje de productos innecesarios o en mal estado...

Una hora entera escribiendo, con solo 6 años. Y lo mejor de todo es que uno de los alumnos decía literalmente:

¡Qué bien me lo estoy pasando!

3 comentarios:

Marga dijo...

Me encantan esas actividades donde a traves de la creatividad, la imaginación y el trabajo colabortivo se desarrollan tantas habilidades. Mientras plantean una situación como un viaje (espacial y especial) en este caso, estas fomentando la adquisición de competencias como las que mencionas. Tus alumnos y alumnas tienen mucha suerte!! Saludos

F.Javier de la Rosa dijo...

Fascinante, yo también quiero hacer un cohete de esos. Una actividad preciosa, llena de intención, divertida y lúdica. Se lo han pasado pipa y tú, seguro que también.
Cada día es una aventura.

Gregorio Toribio Álvarez dijo...

Una actividad en la que el alumnado se olvida del reloj y el tiempo corre que vuela. Cuando se disfruta, se aprende sin querer. Gracias, amigos.

 
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