Irene "remata" la historia, que inventamos entre todos, con un dibujo
En clase vieron un libro en el que había que colorear un cohete y quisieron dibujarlo. Aprovechando esa motivación les propuse inventar una historia sobre unos niños que quieren viajar a la Luna. ¿Creamos una historia entre todos?
- ¡Síiiii!
- A ver... ¿Qué nombres les ponemos a los niños? Y, sorprendentemente.... todos al unísono....
- ¡Jorge y Natalia! ¿De qué nos sonará esto?
EL COHETE
Jorge y Natalia son grandes exploradores. Se van a ir a la Luna. Han fabricado un cohete con el motor de un coche viejo, el cubo de la basura, el cucurucho de un helado, una mesa vieja y el cristal de una ventana. Pintan el cohete de colorines con brochas y pintura.
Como pueden chocar, necesitan un mando a distancia y un paracaídas. Necesitan una bombona de oxígeno y un cable.
Diez, nueve, ocho, siete... tres, dos, uno, ¡cero! ¡Despegue!
Y Jorge y Natalia se van de viaje espacial.
* * * * * *
Nos hemos expresado oralmente, planteado y resuelto situaciones problemáticas, aplicado reglas de ortografía, uso de puntos suspensivos y admiraciones, secuenciado en el tiempo la historia, dramatizado la situación, fomentado el reciclaje de productos innecesarios o en mal estado...
Una hora entera escribiendo, con solo 6 años. Y lo mejor de todo es que uno de los alumnos decía literalmente:
¡Qué bien me lo estoy pasando!
3 comentarios:
Me encantan esas actividades donde a traves de la creatividad, la imaginación y el trabajo colabortivo se desarrollan tantas habilidades. Mientras plantean una situación como un viaje (espacial y especial) en este caso, estas fomentando la adquisición de competencias como las que mencionas. Tus alumnos y alumnas tienen mucha suerte!! Saludos
Fascinante, yo también quiero hacer un cohete de esos. Una actividad preciosa, llena de intención, divertida y lúdica. Se lo han pasado pipa y tú, seguro que también.
Cada día es una aventura.
Una actividad en la que el alumnado se olvida del reloj y el tiempo corre que vuela. Cuando se disfruta, se aprende sin querer. Gracias, amigos.
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