lunes, 1 de diciembre de 2008

EL OSO PERDIDO (Por Bernardo)


Había una vez un oso pequeño que se perdió. El oso, al ver que se había perdido, empezó a llorar. Pero el oso, al ver que llorar no solucionaba las cosas, empezó a andar. El oso llamaba a sus padres pero sus padres no le contestaron. Después de un rato, el tiempo empezó a cambiarse y a llover. Fue corriendo a refugiarse.

Después de parar de llover, el oso siguió andando cansado, hambriento y con mucha sed. Llegó a un río, bebió agua y le costó mucho coger los peces. Cuando se hizo de noche el oso fue a acostarse.

Cuando despertó oyó algo. Fue corriendo a ver quién era. Era una osa. Se la encontró y le dijo:

- ¿Qué te pasa? – le preguntó el oso.

La osa respondió llorando:

- ¡Me he perdido!

El oso le dijo que fuera con él a buscar a sus padres. La osa le dijo que sí. Cuando el oso y la osa se hicieron grandes y encontraron a sus padres se casaron. Se fueron a la cueva de los padres del oso pero no cabían y se fueron a hibernar. Después el oso y la osa se fueron.

El hermano menor y los padres del oso se quedaron muy tristes. Pasado un tiempo el oso y la osa volvieron con un osillo. El hermano menor del oso avisó a sus padres de que habían vuelto. Desde entonces vivieron felices.

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