Alucino al conocer que hay alumnos que les gusta gritar
- ¡Maestro, maestro!
- ¿Qué ocurre?
- Que ***** está gritando y me molesta.
De pronto se detiene la clase y entramos en el debate sobre los gritos en clase.
- Chicos, chicas. No debemos gritar porque a nadie le gusta gritar.
- ¡Pues a mí sí!
- ¡Y a mi!
- ¡A mí también! -añade un tercero.
- ¿Cómo? ¿Que os gusta gritar? -pregunta asombrado el maestro!
- ¡¡¡Siiiiiií!!! -varias voces al unísono!
- ¡No me lo puedo creer! ¿De verdad os gusta gritar?
Y varias pequeñas cabezas asienten sonriendo.
¡Ufff! ¡Qué situación! ¿Qué hace ahora un docente ante este panorama?
Sobre la marcha, porque la improvisación es fundamental a veces en educación, se habla sobre el tema de los gritos y el maestro, en vez de prohibirlos llega a alcanzar un trato.
- ¡De acuerdo! Si os gusta gritar, vais a disfrutar porque os voy a dejar hacerlo!
No os lo cuento. ¿Por qué no lo veis y oís?
El trato con el alumnado sobre no gritar en clase.
Parece que están convencidos. La clase transcurre con normalidad, sin más gritos. Y hemos de añadir que los gritos han cesado durante las 3 semanas siguientes a los hechos.
A veces la prohibición no es el mejor remedio
Ya llegó el turno del recreo y me llevo fuera del centro, a un polideportivo que hay al lado, a aquellos cuatro que disfrutan chillando para cumplir mi parte del trato. La maestra Leticia me ve salir con ellos y me dice.... ¡Maestro, estás loco! Jajajaa.
Salimos y llegamos al polideportivo.
- ¡Chicos, a disfrutar! ¡Venga! A gritar todo lo que podáis.
En un minuto se han cansado y se callan.
- ¡Pero bueno! ¿No os gustaba gritar? ¿Ya está? ¡Vamos! ¡Que se note que os gusta gritar!
Y así los tengo durante 5 minutos que se les hacen eternos. Sus gargantas no pueden más. El nivel de emisión de gritos ha alcanzado su límite. No pueden más.
- ¿Os habéis cansado ya de gritar?
- ¡Sí!
- Vámos a clase.
Pero antes de volver al colegio....
- Vamos a hacer otra promesa!
La promesa final tras los gritos
Grabamos otro vídeo. Esta vez prometen no gritar en el colegio. Se van a jugar durante el recreo.
- Si algún día tenéis otra vez ganas de gritar, me lo decís y os traigo de nuevo.
Han pasado ya 20 días de aquello y aún no han pedido volver a gritar.
Esta es mi #pedagotécnica 9: Si deseamos evitar que grite el alumnado lo logramos con diálogo y dejándoles gritar estratégicamente en vez de prohibírselo.
1 comentario:
Jaja, ésta me ha encantado. Vas a tener que venir a por unos cuantos a mi Cole, ;)
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