(Imagen de "KidLoko")
La maldición de la niña de hielo.
Érase una vez, una niña llamada Claudia, que se escapó de casa en medio de la noche por causa de que estaba aturdida sobre el suceso de su hermana Rocío. Claudia salió de casa. Era invierno y todo estaba oscuro, no había nadie, sólo nieve. De pronto todas las luces de la ciudad se apagaron, Claudia cogió el móvil e intentó llamar a alguna amiga. Pero...¡no podía! Se le acabó la batería, buscó en la mochila que llevaba algo que diera luz. Tenía una linterna, pero por mala suerte ¡No tenía pilas!
Emprendió camino a casa. Por mucho que anduvo y anduvo no llegaba a ningún lugar. Sólo veía nieve y más nieve. Se paró a descansar en una cueva que, desgraciadamente, ahí fue donde hacía dos semanas aproximadamente murió su hermana. Nadie sabía que había muerto, sólo sabían que había desaparecido una noche de invierno, a mitad de la noche. Igual que Claudia. Cogió una manta de la mochila, y se tumbó. De pronto... ¡algo la toco por detrás! En ese momento Claudia se despertó, ¡se dio la vuelta...y...Era...su hermana! Claudia no reaccionó. Se quedó en coma. Rocío murmuró algo en voz baja. En ese mismo instante Claudia...había muerto. De frío y del susto.
Volvió la luz. Los padres de Claudia se despertaron y fueron a ver cómo estaba Claudia. Cuando se dieron cuenta de que no estaba, la madre se suponía algo. Algo malo. Por la mañana los padres de Claudia y de Rocío supusieron lo que había pasado. Nadie supo nada de lo que había pasado. Sólo los padres.
Esto pasó el 14 de diciembre del 1994.
El cuerpo nunca apareció. Se deshizo junto a la nieve. Igual que el cuerpo de Rocío.
¡¡¡Espero que os haya gustado mi historia!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario