(Imagen de "oberto's")
Algunos alumnos/as de la clase están en el club de kenpo-karate de Abrucena y han participado en un concurso de relatos organizado por dicho club. Los textos tratan de impulsar los valores humanos. Vamos a publicar en sucesivos días sus creaciones.
LA AMISTAD
Había una vez un niño llamado Pablo que vivía en los Estados Unidos. Había otro niño llamado Carlos que vivía en España. Lucas, otro niño, era amigo de los dos.
Un día el padre de Pablo, por problemas de trabajo, se tuvo que mudar a España. Lucas quiso hacerlos amigos quedando con ellos pero Carlos no pudo asistir. Pablo se enfadó y no quiso quedar más con Carlos porque pensaba que lo hacía aposta.
Carlos llamó a Lucas para decirle lo que había pasado. Entones Lucas le contó a Carlos lo que dijo Pablo y se sintió muy avergonzado y quiso pedirle perdón pero no sabía cómo comunicarse con él.
Lucas le dio el teléfono móvil del padre de Pablo. Lo llamó y le preguntó si podían quedar esa tarde y le explicaría a Pablo por qué faltó.
Pensando y pensado llegó la tarde de la cita. En su pensamiento tenía lo que iba a decir. Exactamente fueron estas palabras las que pensó:
- Me quiero disculpar por faltar a la cita que teníamos. Por lo que no fui fue porque tuve que ir a la revisión de la vista a ver si me ponían o no gafas. Me dijeron que no me las tengo que poner de momento. Dentro de tres o cuatro años, a lo mejor.
Pero esta vez el que faltó fue Pablo.
Los dos estaban muy furiosos por lo que no querían oír esos nombres ni verse. Iban todos los días a la misma clase de la misma escuela. Cuando uno pasaba al lado del otro se pisaban o se peleaban.
Cuando hacían Educación Física e iban en el mismo equipo, uno hacía como si se hiciera daño en el tobillo para no jugar juntos. El maestro de Educación Física ya se empezaba a extrañar porque era la cuarta vez que Pablo se caía en ese mes.
Los niños se lo quisieron decir pero Carlos y Pablo se lo prohibieron. Lucas, esa tarde, fue a la casa del maestro de Educación Física y le contó por qué se caían tantas veces en un mes.
El maestro de Educación Física quiso dar parte a los padres de Pablo y de Carlos.
Los padres de Pablo contestaron:
- Mis hijos pueden tener las amistades que quieran, siempre que sean buenas personas.
Los padres de Carlos dijeron:
- Mis hijos tienen bastantes amistades para tener más, si luego es un lío los nombres.
El maestro no quiso meterse más en estos asuntos.
Carlos vio un cartel donde ponía que se dan clases de kenpo los lunes, martes, jueves y viernes de 17:30 a 18:30. Decidió apuntarse.
Pablo pasó por el mismo sitio y decidió apuntarse también.
El instructor, Jesús, les dio una clase oral de valores humanos. Carlos se dio cuenta de que, gracias a la clase de kenpo, si Pablo había faltado a la cita sería porque tendría una razón igual que él. Carlos lo estuvo buscando y buscando pero no lo encontraba. Al dís siguiente no fue a la escuela porque estaba resfriado.
Entonces Carlos llevó un regalo y una tarjeta a la casa de Pablo. En la tarjeta ponía:
- Si me dejas ser tu amigo nunca más faltaré a una cita y si voy a faltar te aviso. Te lo prometo.
Pablo lo perdonó.
Desde entonces son los mejores amigos gracias al KENPO-KARATE.
1 comentario:
Es importante chic@s, que nunca olvideis el valor de la amistad y del respeto hacia los demás.
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