Marta elige a los representantes para el pleno.
El otro día estuvimos escogiendo los representantes de cada clase, del Primer Ciclo de Educación Primaria, para llevar propuestas a la alcaldesa que mejoren nuestro pueblo y nuestro colegio. El maestro repartió unos papelitos y dio unas instrucciones muy claras para poder votar.
Antonio echa su voto en la urna.
En primer lugar se preguntó quién quería ser candidato o candidata; es decir, quién estaba dispuesto a ser representante de nuestra clase cuando fuésemos al ayuntamiento. Todos quisieron ser. Así que, en el papelito escribiríamos el nombre de 4 compañeros o compañeras.
José Antonio vota en estas elecciones de aula.
El maestro sugirió votar a cuatro porque si votábamos solo a uno, nos votaríamos a nosotros mismos y así habría empate. Si queríamos salir elegidos, se permitía incluir nuestro nombre en la lista de cuatro. Además, para que nadie supiese nuestro voto, poque es secreto, nos dijo que nos colocásemos en primer, segundo, tercer o cuarto lugar. No importaba el orden.
También nos explicó lo que es un voto nulo. En esta votación, se consideraría nulo si se votaba a más de 4 personas o a menos.
Alejandro Carrillo y Lorena hacen el recuento final.
Y llegó el momento más importante de la votación: el recuento. Álvaro y Lorena actuaron de secretarios para ver quiénes serían los representantes. Alejandro fue leyendo los votos y Lorena, anotando con cuadrados y diagonal, apuntó en la pizarra los resultados.
Hemos de decir que hubo dos votos nulos pues no se ajustaron a las instrucciones: uno con 5 nombres y otro con 3. En la imagen superior vemos, a la izquierda de la urna, los dos votos nulos.
Fachada del ayuntamiento de Güevéjar.
¿Qué pasaría al día siguiente? ¿Cómo acogería las propuestas nuestra alcaldesa? En breve, el desenlace.
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